Este apertivo o acompañamiento es muy común en Asia. Es dulce, crujiente, refrescante y tiene un puntito picante que lo hace muy apetecible.
Se puede comer como apertivo, junto a unas aceitunas. Si lo prefieres como acompañamiento, lo recomiendo con platos pesados o calientes. Es ideal para picotear con unas lentejas estofadas o un puchero de garbanzos.

La receta es muy sencilla. Simplemente tenemos que preparar una salmuera, que utilizaremos para cocinar ligeramente los nabos y luego dejar que se hagan durante unos días.
Ingredientes
- Nabos – 700 g – elije la cantidad dependiendo del tamaño de los tarros en donde vayas a prepararlos
- Agua – 250 ml
- Vinagre – 250 ml – yo he utilizado de manzana pero puedes usar vinagre de vino o de arroz si lo prefieres
- Azucar – 220 g
- Sal – 25 g – una cucharada sopera generosa
- Guindillas – 2 pequeñas o 1 grande – puedes sustituirla por cayena, chiles o ají
También vas a necesitar tarros. Un tarro de 1 litro por cada 700 u 800 gramos de nabo, más o menos.
En Asia, normalmente se utiliza el nabo Daikon, también llamado rábano blanco o rábano japonés. Puedes utilizar cualquier variedad de nabo o rábano. Por cierto, preparé demasiado escabeche, así que lo utilicé para encurtir rábanos.
Paso a paso
- Lava, pela y filetea los nabos en pedazos de 1 centímetro de grosor, más o menos. Si no quieres pelarlos, lávalos muy bien.

Ahora, vamos a preparar el escabeche:
- Pica las guindillas. Si te gusta más picante deja las semillas.
- Pon una sartén honda al fuego y mezcla todos los ingredientes excepto el nabo. Asegúrate de que el azúcar y la sal se disuelven. Mantenlo al fuego, que hierva durante 3 minutos.
- Añade el nabo a la sarten y retira del fuego.

- Deja que enfríe un poco. A continuación, pasa el nabo al tarro usando una espumadera.
- Añade la salmuera caliente al tarro.

- Deja enfriar durante 1 hora.
- Para acabar, tapa el tarro intentado que todos los nabos estén bien sumergidos.

- Ahora solo queda esperar. ¡En 5 días deberían estar listos para comer!
Presentación
Está es una presentación muy sencilla que funciona en cualquier situación. Corta unos bastoncillos de zanahoria para decorar y añade un poco de aceite de sésamo (o de oliva si lo prefieres):

Puedes guardarlos en la nevera y deberían aguantar unas semanas sin problemas. Si ves el más mínimo rastro de moho, tíralos y no te arriesgues.
¡Espero que los disfrutes! Si tienes alguna duda no dudes en comentar. Si pruebas la receta, ¡me encantaría ver el resultado!
[…] unos días preparé nabo encurtido y preparé demasiado escabeche. Decidí aprovecharlo con unos ráboanos que tenía en […]
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